Qué buen título para una entrada catastrófica… Pero no, se trata de una recomendación literaria al más puro estilo «club del libro».
Que dicho sea de paso, eso de pertenecer a un «club del libro» siempre fue uno de mis asuntos pendientes, un qué se yo de ganas insatisfechas que se agudizan a veces, por ejemplo después de leer La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey -no me puedo creer que no os haya hablado jamás de esa novela, ¡¡¡¡es una joya!!!!!-. ¿Por qué no lo he hecho nunca, entonces? No es que no haya tenido la oportunidad de inscribirme en alguno, habida cuenta que hoy en día, a parte de los que puedan existir o puedas crear en tu zona, puede hacerse a distancia gracias a las nuevas tecnologías. Lo que pasa es que aunque la idea me resulta muy atractiva,… al final la verdad es que no me apetece el encadenarme a una obligación lectora y, menos aún, comentadora. No soy muy de hacer en grupo.
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El caso es que la última vez que fui a la biblioteca iba con prisas, y cogí un par de libros en plan «pues este mismo», algo ligerito y ameno para no hacer trabajar la neurona. Y no reconocí en el nombre del autor al Ray Bradbury de Farenheit 451.
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La ilustración de De La Ceniza Volverás, como véis, es muy atractiva, con fantasmas, brujas, y casas encantadas… Y la solapita de la novela prometía humor y poesía, y una familia fantasmagórica, con parientes que llegaban de todas partes del mundo en busca de refugio contra el creciente escepticismo. Nombres mágicos y antiguos, como la Mil Veces Tatarabuela que susurra en el sótano envuelta en sus vendas de momia, las aventuras del tío Eimar, con su enorme cuerpo alado y su risa atronadora, o Cecy la Muy Bella que duerme en el desván… Nada que ver con la distopía de Farenheit, no sonaba especialmente complicada esa historia de fantasmas que se reunen en Halloween y que ven peligrar su existencia por el descreimiento de la gente. A veces es lo que te pide el cuerpo: lecturas de no pensar demasiado, con las que divagar más allá de la prima de riesgo en estas tardes de verano. De hecho cogí ésta, de fantasmas, y otra novela de ángeles.
Pero fue empezar a leerlo y quedar maravillada, atrapada en esa casa fantástica donde hasta la araña, el ratón y la gata llegaron de otros tiempos, donde la gente nace de la tierra, o son suspiros sin forma, o intuyes tal vez personalidades vampíricas a medio describir… Llena de humor, como prometían, y escrito de una forma poética y evocadora que recuerda los sueños -y que hace que de momento deje de ser adecuada para el peque, porque le encantarían las historias pero no tragaría la forma-; Sé a más de una (Marga, toma nota), que le encantaría.
A diferencia de Farenheit, que escribió el primer borrador en nueve días, este libro ha sido escrito a lo largo de 50 años. Está formado por una colección de cuentecitos fantásticos sobre la excéntrica familia, que en su día fueron publicados independientemente y contaron con ilustraciones de Charles Addams, (el de la Familia Addams). Una pena que este libro no las incluya, hubiera estado genial. Aunque parece que por ahí rueda una novela gráfica del primero de los cuentos «La Vuelta a Casa», historia madre de la novela. Y he leído por esos blogs de dios que MGM ha comprado los derechos, así que ¿quién sabe? igual vemos esta novela en la pantalla grande -solución para acercársela al peque-. Pero si os gusta leer y os gusta la fantasía y el realismo mágico (vale, no es muy realista, sólo mágica. Pero hay en ella algo que me recuerda cien años de soledad… aunque no tenga absolutamente nada que ver, debe ser un recuerdo subjetivo y personal), no esperéis a que el cine os estropee la experiencia de su lectura.
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P.D.: el de los ángeles es El Designio del Angel. Una patata al estilo de la saga Crepúsculo, con amores de adolescentes, bailes de institutos, y todos esos tópicos pero con ángeles, en vez de vampiros. Y con menos capacidad adictiva, que Crepúsculo por barato que sea desde el punto de vista literario, tengo que reconocer que me enganchó como una loca, vaya usted a saber por qué. Esta no os la recomiendo demasiado, la verdad. Aunque me he descargado el pdf del segundo tomo, porque me dejó tan perpleja la tontería de final del primero que tenía que echar un vistazo a ver cómo sigue la cosa.
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