Ya veremos…

27 enero, 2011

Políticos en la indigencia

 

Vamos hacia un parlamento de gente pobre
Duran i Lleida, portavoz de CiU

 

Pobresitos los diputados y congresistas… en la indigencia andan, mileuristas sin recursos… (y eso que hoy en dia ser mileurista es un lujo)

 

‘El problema es si la sociedad pretende que al Congreso venga simplemente gente que no tenga propiedad, si pretende la sociedad que esta Cámara sea de funcionarios y de gente pobre, porque si es así, vamos por el mejor de los caminos’

 

Pues no veo yo que tiene que ver que se reclame coherencia en los gastos y transparencia absoluta en las cuentas de los congresistas, con que a la Cámara vaya gente rica o pobre. Yo personalmente opino, y supongo que puede considerarse mi pretención como parte de la pretensión de la sociedad, que el problema no es que al Congreso vaya gente con o sin propiedades, lo que no quiero es que el hecho de estar el Congreso aumente de forma inexplicable y escandalosa las propiedades del individuo en cuestión. Por lo demás, espero y deseo que en mi Congreso haya gente con posibles y propiedades desbordantes y gente que no tenga grandes fortunas y que incluso provenga de origenes humildes, de esos que vulgarmente llamamos «de familia obrera y sin un puto duro«. La verdad, me chocaría que fuera megamillonario y latifundista un representante de un partido comunista (si yo fuera comunista, a ese no le votaba)… pero para nada que lo sea uno del PP, por poner un ejemplo. Vamos, espero representantes de la sociedad en todos sus matices.

En conclusión, a mi lo que esos señores tengan por su trabajo personal (previo o coincidente con su servicio en el Congreso, mientras sea lícito), inversiones, herencias, etc. me la refanfinfla. Lo único que pedimos es garantías de que no nos sangran en su función pública, de ahí la necesidad imperiosa de transparencia y de racionalizar los ingresos de nuestros políticos (osea, gastos razonables). Por ejemplo, no vendría mal un baremo para ajustar los salarios de forma coherente, que no cobre un alcalde de pueblo más que el presidente de la nación por el desempeño de su cargo. Porque no es lógico se mire por donde se mire y huele a chamusquina. Y por supuesto que sus señorías tienen que cobrar bien cobrado el servicio que prestan, no vamos a pagar a nuestros políticos como vulgares currifichantes sin cualificación (quedaría feo -aunque más de uno lo son, al menos en lo que a qualificación se refiere-)… Pero tampoco entendemos muy bien cómo prestan varios servicios a la vez, todos ellos de alta responsabilidad y se supone dedicación, y los cobran todos como si les dedicaran jornada completa… (estoy pensando en casos comola Cospedal y otros) ¿Sus días tienen más horas que las mías? Más bien suena a que acumulan sueldos pero nos escatiman el trabajo, porque supuestamente somos los beneficiarios de esa dedicación que no cubren. Osea, nos estafan, como los funcionairos esos que sellan la entrada y se largan a pasar la mañana por ahí. Exactamente igual, por mucho que unos sean señores y otros señorías. Y los pluses… pues claro que los políticos hay han de cobrar bonificaciones, pluses y lo que les corresponda en función de lo que hagan,… pero a ser posible cobrar una vez por cada concepto y en cantidades coherentes. Y transparentes. Nada de cobrar por cobrar y cargarnos facturas de lo que no se hace, que es lo que nos mosquea.

 

Hay que preguntar a los ciudadanos, por consiguiente, si quiere una clase política ‘de gente preparada’

 

¡Sí, por favor! Qué ilusión… ¡¡¡una clase política de gente preparada!!! Gente formada y con experiencia que les dote de perfiles acordes al desempeño de sus responsabilidadesEconomistas, letrados, catedráticos… En vez de gente sin estudios o con carreras a medio terminar (como Montilla, Jose Blanco -ministro de fomento- Celestino Corbacho -ministro de trabajo-, Patxi Lopez… -ver aqui noticia sobre cargos sin formación universitaria), o con una formación completamente ajena a su cartera y sin ninguna experiencia, que lo único que han hecho en la vida es ser «gente del partido» (como la morritos, digo la Pajin, – comparemos aquí su perfil con el de otros colegas europeos- o Trinidad Jimenez, esa ministra de exteriores cuya experiencia para el cargo se basa en haber vivido en varios paises –aqui comparan varios miniesterios, incluido el de Trinidad-)… Ojo, que no digo que sea imprescindible tener doctorados y varios masters para ser político. Aunque la formación no viene nunca de más, y titulaciones obtenidas en centros de prestigo garantizan al menos esa base, creo que, en teoría al menos, se puede aprender mucho también en el  mercado laboral y por otras vias. Pero vamos, todos distinguimos cuando vemos un currículum si se ajusta o no a un determinado puesto… y socióloga sin experiencia laboral no parece que ofrezca muchas garantías sobre la capacitación de alguien para dirigir el ministerio de sanidad, por ejemplo.

 

En fin… que el Señor Duran i Lleida se ha ganado un puesto de honor en nuestra sección de palabros perplejeantes, porque más perplejos no puede dejarnos su falta de sensibilidad social, tirando a comentario insultante en estos tiempos, en los que tantos españoles DE VERDAD no llegan a fin de mes.